Los cócteles son tan sofisticados como la gastronomía. Ambos necesitan prepararse con amor para quien lo saborea. En el Gibson bar no andamos con sofisticaciones. Vamos a lo clásico.
ginebra, vermut seco, una aceituna, twist de piel de limón
Cóctel nacido en Estados Unidos. Nadie sabe si se creó en Nueva York, Boston o California. Quizá porque trataban de ponerse de acuerdo después de probar la bebida. Limpio, frío, siempre da en el blanco, por eso se le apoda “bala de plata”. Sofisticado, elegante, depravado, desenfrenado, inspirador, ¿con qué adjetivo te quedas?
Winston Churchill y Hemingway lo preferían con más alto grado de ginebra. También le gustaba al agente secreto 007, James Bond, pero este señor no... ¿existe?
ginebra, vermut seco, una cebollita, twist de piel de limón
Es un Dry Martini especial. Sucedió cuando el camarero del Players Club de Nueva York plantó frente al artista gráfico Charles Gibson un Dry Martini con una particularidad. ¿Dónde está la aceituna?, preguntó el artista. El camarero, que le había colocado una cebollita, le dijo: “Se me han acabado las aceitunas. Este cóctel se llama Gibson, en su honor”.
Otro secreto: al exprimir la corteza del limón, brota de ella un aceite que permanece flotando sobre la superficie, bendiciéndonos el olfato con el paso de su perfume.
Gibson girl, de Charles Dana Gibson
ginebra, tónica, piel de limón
Famosos por su calidad en boca, los gin tonics del Gibson Bar se preparan con ginebras de calidad, como el Seagrams, o con ginebras premium, Martin Miller’s o Mombasa.
Para la calidad a la que nos tiene acostumbrados el Gibson, mejor si lo juntamos con la tónica Fever-tree, con quinina importada del Congo que le da un toque único de amargor.
ron añejo, limón, azúcar, hojas frescas de menta, soda
En el XVI, al corsario Silvio Suárez le encantaba verter ron en un vaso cuando amarraba su barco en Cuba. Añadía azúcar (quién no se enamora del sabor que nos llena la boca de amor), exprimía el jugo del limón y, fruto de la corriente agitada con que debía circular la sangre en sus venas, añadía menta y otras hierbas.
En la Bodeguita del Medio, lo bebía Hemingway todos los días, para que la sangre le disparara las ideas.
El hielo pasó de los cubitos a ser picado para mantener a raya la menta en el fondo y que no se inmiscuyera con el trago líquido.
El del Gibson Bar es un Mojito generoso. No te quedas sin él en el primer trago cuando solo queda hielo prácticamente sin desvirgar.
cachaza, lima y azúcar (fresa)
El nombre proviene de la palabra curupirinha. Significa para los brasileños un estado de ebriedad donde se empieza a ver borroso. Para nosotros los españoles, probablemente, sea un trago divertido y ya. La historia entrelaza a los esclavos con los terratenientes del Brasil de antaño, el azúcar y el alcohol. Se asociaba con los eventos de la alta alcurnia de los hacendados de Pericicaba en Sao Paulo, en el XIX, como sustituto del vino o el whisky, difíciles de encontrar en los parajes subtropicales.
La variedad con fresas está riquísima.
ginebra, campari y vermú rojo y un twist piel de naranja
Clásico cóctel italiano creado por el Conde Negroni en Florencia fruto de su personalidad abierta. Presentado en vaso bajo y ancho, con cubitos de hielo entero que enfrían antes de deshacerse en agua, con partes de licor calibradas en tercios, para equilibrar sus esencias volátiles vestidas de color rojo.
Según las instrucciones del director de cine José Luis Garci, “Antes de tomar el primer sorbo, es necesario levantar la copa al sol, para que sus rayos quemen esa granada líquida que se mueve entre el hielo, un mar rojo de icebergs y música de Nino Rota.” Si no estás en Roma, puedes hacer lo mismo en la terraza del Gibson.
Un secreto: el aceite de la corteza de naranja se hunde bajo la superficie, no flota con el limón en el Dry Martini.
tequila, triple seco, zumo de limón o lima
Nacido en México, se prepara de mil maneras en el mundo. En el Gibson Bar, lo mezclamos de la manera clásica. Si algo está bien hecho y gusta, ¿para qué vas a cambiarlo? Se sirve con sal en el borde de la copa, para jugar con los sentidos.
Su origen mezcla varios protagonistas, todos ellos en México. Para los ingredientes, la bailarina Marjorie King. Para el detalle de la sal, la novia de un director de hotel llamado Negrete. Y para el nombre, la hija del embajador alemán, Margarita Henkel, en Ensenada, México.
aperol, cava
Bebida refrescante que se inició como mezcla de vino blanco italiano y agua con gas. Es quizá el cóctel más moderno. Por eso no hay mucha unanimidad en su preparación. En Gibson bar lo mezclamos con cava.
Feliz con sus tonos naranjas donde parece que han fermentado los rayos del sol mediterráneo, es un encanto beberlo en verano.
whisky bourbon, vermut rojo, angostura
Junta los sabores amargo y dulce. Creado en Nueva York en el siglo XIX, juntando la influencia de la aristocracia inglesa (la madre de Churchill) y los usos neoyorkinos, se popularizó en Hollywood en los papeles de mafiosos, ejecutivos y ligones dándole un cariz varonil y cosmopolita.
A pesar de ello, es preferido por almas femeninas. ¿Quizá por el nombre de la sofisticada isla de los súper rascacielos?
6,50 €
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8,50 €
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6 €
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vodka, zumo de tomate, fino, limón, sal, pimienta, tabasco. 7,50 €
vodka, cointreau, arándanos, limón. 7,50 €
ron, zumo de limón, azúcar. 7,50 €
vodka, vermut seco, aceituna. 6,50 €